El Nido de las conejas:


El nido puede ser hecho días antes o incluso horas antes al parto.
Suelen hacerlo en dos partes:
Primero preparan el heno en el lugar donde quieren tener el nido y van haciendo la forma del nido. Normalmente la coneja rasca el suelo con sus manos con el fin de conseguir el heno o la paja que van a colocar en una esquina. Este comportamiento lo empezaran hacer sobre una semana antes dependiendo de la coneja, cuanto más paja o heno le facilites a la coneja seguirá haciendo la misma forma,hasta que no pueda acceder a el, o crea que es suficiente.Coloca la paja con la boca como crea ella que está perfecto, algunos nidos parecen incluso perfectas madrigueras donde puede entrar y salir la coneja.
La segunda parte, normalmente dos días antes o incluso antes del parto,hay conejas que incluso lo hacen mucho antes, empiezan a arrancarse pelo de su barriga y patas para empezar a meter en el nido y darle mejor forma y para que los gazapos estén lo mejor posible.
El nido tiene que tener una temperatura de 30 grados para que los gazapos estén en una buena temperatura.

 

 

EL PARTO:


El parto suele ser más propenso que sea durante las horas nocturnas, aunque hay algunos casos que son en horas de día.
La duración aproximada del parto es de 15 minutos, durante el cual la coneja limpia a los conejos, se come los restos y cuando termina con todos los gazapos, ingiere la placenta, sale al exterior para limpiarse y asearse.
A veces creemos que los gazapos muertos están apartados porque la madre los aparta, pero no siempre es así, los gazapos vivos van girando y moviéndose para darse calor entre ellos y los muertos quedan apartados hacía los lados o hacía el fondo del nido, cosa a tener en cuenta cuando revisemos el nido y que todo esté correcto.
Después del parto y del aseo de la hembra, haber descansado un poco, comienza a alimentarse ya que días antes baja la dosis de ingesta como de costumbre.
En todo embarazo existen riesgos:
Un cuidado básico que debemos tener en cuenta durante el embarazo se encuentra la manipulación. Lo más recomendable es evitar coger la coneja, si es necesario se debe coger con delicadeza y precaución para no presionar demasiado los embriones y causar un aborto.
El embarazo psicológico es también bastante común en las conejas. Cuando ocurre estas se comportan como si estuvieran embarazadas y muestran los síntomas relacionados anteriormente, pero todo se debe a las fluctuaciones hormonales de su organismo. En estos casos no es necesario hacer nada, solo esperar a que pase esa fase.
En el momento del parto, no tocaremos a la coneja, por instinto, sabe lo que tiene que hacer, aunque se la podrá ayudar para evitar posibles complicaciones en el parto, como por ejemplo:
Gazapo muerto: deberá retirar el gazapo muerto con mucho cuidado. Para hacerlo, frotarse las manos con heno, evitando así dejar nuestro olor en el resto de crías, lo que provocaría que la coneja los rechace o se los coma.
Canibalismo: Es importante que no se moleste a la coneja durante el parto, ya que cualquier presencia podría interpretarla como una amenaza, provocando la ingesta de sus crías. De igual modo, durante el parto no debe faltarle el agua, ya que es otra causa de canibalismo hacia los gazapos.
Gazapo que se cae del nido: Si ocurriera esto, la coneja sería quien lo introdujera de nuevo en el nido, sí ella no lo hiciese habría que frotarse las manos con heno y meter al gazapo con mucho cuidado en el nido.
Después del parto hay que evitar coger a los gazapos, ya que éstos necesitan el calor que les proporciona el nido, siendo la coneja la encargada de limpiarlos. La madre se mantiene alejada del nido ,solo los atiende en el momento de amamantarlos.

Después del parto, es cuando se pueden visualizar los problemas derivados del parto si las conejas han sufrido un parto estresante, pues los efectos negativos de este periodo se aprecian.
Generalmente la influencia que puede generar un ambiente extremadamente cálido en el parto: mortalidad de reproductoras, disminución de gazapos nacidos vivos y viables, abandono de camadas principalmente.
Cuando el ambiente es frío, temperaturas inferiores a los 12ºC en el momento del parto, hay que tener presentes que puede pasar: abandono de camadas, enfriamiento de las camadas.
La temperatura adecuada para la maternidad se considera ideal de 16 a 20ºC, donde las conejas reproductoras tienen una sensación de confort térmico estable y sus mecanismos fisiológicos y de comportamiento son como en una estación primaveral.

Un consejo a tener en cuenta: Permitir el acceso a los pezones de la glándula mamaria a los gazapos sin los impedimentos del pelo, incitar a la formación de leche mediante la estimulación, proteger a los gazapos del frío con el pelo, que hace de aislante.
Hay diversas complicaciones que debemos saber, problemas por la temperatura o por estrés que pueda surgir en la coneja: retrasos en el momento del parto, partos fuera del nidal, partos largos y interminables con poca cantidad de nacidos vivos, gazapos que obstruyen el canal del parto, torsiones uterinas y mortalidad de conejas.

Cuando hay un vacío sanitario, las conejas no pueden introducirse a lugar frío y húmedo. Tampoco a uno tórrido y húmedo. En ambos casos las conejas se encuentran en un estado muy sensible y repercute muy negativamente en ellas, creando un estrés. Esto afecta directamente al bienestar de los animales introduciendo factores de agresividad sobre ellos y debilitando sus defensas.

Una de las posibles enfermedades que pueden ocurrir después del parto es la mastitis: Se trata de una inflamación de las glándulas mamarias de la coneja, producida por bacterias del tipo estafilococo y estreptococo, aunque el culpable en la mayoría de los casos es el Staphylococcus aureus.
Durante la gestación las mamas de la futura madre crecen de tamaño, pues en ellas se está acumulando la leche necesaria para alimentar a los bebés que van a nacer. Sin embargo, las condiciones en que se encuentra la coneja pueden hacer que contraiga alguna de las bacterias de la mastitis. El contagio de estos microorganismos se da cuando penetran el organismo de la coneja a través de una herida, por ejemplo inmediatamente después del parto, o inclusive luego de un destete temprano, cuando todavía queda leche para las crías y esta no es aprovechada. También puede aparecer si la glándula mamaria ha crecido deforme. En cualquiera de estos casos, la bacteria infecta los conductos mamarios, contaminando la leche. A este contagio contribuye, además, la falta de higiene del espacio en el que vive la camada.
Los síntomas de la mastitis: hinchazón de las mamas, temperatura superior o mayor a la normal, sudor, color rojizo en la zona, se puede observar que la coneja está decaída, deje de comer y incluso de beber, puede rechazar a los gazapos por el dolor que le puede ocasionar.
Ante la duda de que la coneja pueda tener mastitis es conveniente que acuda a su veterinario de exóticos para que le de el tratamiento adecuado.